
La exigencia de justicia en Pachuquilla
Durante un encuentro significativo en Pachuquilla, una mujer valiente alzó su voz pidiendo justicia por su amiga Rosaura, quien fue asesinada brutalmente junto a tres miembros de su familia en Azoyatla, Mineral de la Reforma. La comunidad se unió para demandar respuestas a las autoridades sobre el accionar judicial que dejó a Marco Antonio «N», un expolicía municipal, en libertad a pesar de su violento historial.
La luchadora social describió con dolor el clima de miedo en el que vivía Rosaura, quien enfrentaba constantes acosos por parte de su agresor.
Las denuncias previas y la falta de acción
A pesar de haber abierto dos carpetas de investigación por violencia familiar y privación ilegal de la libertad, Rosaura no recibió la protección necesaria de las autoridades, lo que la llevó a una fatalidad evitable.
La testigo narró que el día de su asesinato, Rosaura tenía programada una audiencia crucial, pero esta fue diferida debido a un amparo promovido por su atacante.
Garantías de justicia
El secretario de Gobierno, Guillermo Olivares Reyna, intentó poner en relieve que el sistema está diseñado para brindar justicia. Sin embargo, su argumento se encuentra en tela de juicio dado que la falta de seguimiento del caso de Rosaura evidenció graves fallos en la atención a víctimas de violencia.
Promesas de medidas contundentes
El gobierno local aseguró que el agresor no volverá a ver la luz del sol gracias a acciones inmediatas tomadas tras el asesinato, subrayando que la detención ocurrió pocas horas después de la tragedia. Sin embargo, la comunidad exige más que palabras y promesas, pidiendo un cambio radical en el sistema de justicia que proteja a las mujeres.
La voz de Pachuquilla resuena
El clamor de justicia en Pachuquilla es un llamado que no puede ser ignorado. La tragedia de Rosaura debe motivar acciones concretas que aseguren que ninguna otra mujer tenga que enfrentar el mismo destino.
Una lucha constante por la paz y el bienestar
Desde este encuentro, la comunidad se mantiene unida, reclamando sus derechos y exigiendo que las autoridades tomen en serio cada una de las denuncias. La memoria de Rosaura vive en cada grito de justicia que emana de Pachuquilla.