
De la libertad a la calamidad
Históricamente, mis únicos y queridos lectores, los diversos gobiernos de Estados Unidos nos han hecho creer o, bien, así lo han pretendido, que son un país que defiende la libertad en todas las dimensiones humanas, incluida la libertad de mercado o libre mercado, pero estas son monsergas de su conveniencia política y del poder de su aparato de Estado, que mueven y ventilan como mejor se les antoja.
Diversos análisis, como el de Ariel Dorfman en su libro “Para leer al pato Donald”, han dejado abierto el debate sobre el coloniaje mental como esfera de un neocolonialismo que, en gran medida, los sucesivos gobiernos de Estados Unidos perfilaron desde sus modelos económicos y políticos y, concretamente, desde su sistema de mercado.
Héroes y contradicciones
Por ende, héroes como Batman y Superman engrosaban en la pantalla grande y chica que Estados Unidos, disfrazado de Ciudad Gótica, defendía la libertad de cada ciudadana y ciudadano; mientras el Ejército norteamericano bombardeaba Irak en nombre de esa “libertad” para adueñarse del petróleo y riquezas naturales de diversos países.
En los entretelones de las monsergas que se esgrimen en la guerra de los aranceles, ha surgido un antiguo teorema económico construido por Federico List: “el proteccionismo”, el cual reza: “como ninguna economía de ningún país crece de manera uniforme y simultánea; los países menos favorecidos en el intercambio económico deben poner aranceles a los productos extranjeros para proteger su desarrollo y estabilidad”.
El proteccionismo en el contexto actual
El proteccionismo económico, por décadas, fue atacado por Estados Unidos y, en estos momentos desde la guerra de los aranceles, se ha convertido en la bandera de su libertad.
Para poner esto en contexto, fue el PRI en México en el sexenio de Carlos Salinas, donde se implantó el modelo neoliberal que abría a diestra y siniestra la economía mexicana y proscribía a los aranceles, como instrumentos anti mercado (economía de mercado), antidemocráticos y anti libertarios.
La política y la economía en Hidalgo
Empero, en estos días aciagos, las fuerzas del PRIAN no dicen ni pío respecto al proteccionismo de Estados Unidos. No hay un solo pronunciamiento por defender a ese neoliberalismo, a la democracia de mercado o a la libertad; mientras la izquierda de Claudia Sheinbaum aparece más defensora del libre mercado que el discurso anquilosado del capitalismo proteccionista de Donald Trump.
En este escenario, el dinamismo económico del Plan Hidalgo en el gobierno de Julio Menchaca presenta un papel de defensa económica y social que permite entender que frente al proteccionismo norteamericano, el fortalecimiento del mercado interno se erige como una estrategia de proximidad social que ya había sido planteada desde el Plan Estatal de Desarrollo.
El esquema de fortalecimiento del Plan Hidalgo no ha sido seguido por todos los estados en el país. Ello denota que el gobierno de Julio Menchaca hace una lectura en prospectiva de escenarios y no deja pasar por alto las prescripciones de la presidenta Claudia Sheinbaum, la cual es una aliada de este gobierno morenista.
Oposición política y el futuro
Por ende, no caben especulaciones sobre los vínculos certeros entre el gobernador Julio Menchaca y la presidenta Claudia Sheinbaum, que se encuentra impulsando las macro obras que impactarán en el desarrollo de Hidalgo.
En esta atmósfera cabe preguntar, ¿qué papel juega la oposición política en Hidalgo cuando la izquierda sigue un esquema de apoyo social inédito?
La respuesta es clara, proteccionismo político que apela a ese conservadurismo económico contradictorio de Estados Unidos.
¿Dónde quedaron aquellos tiempos del salinismo de ese antiguo régimen que apelaba al adelgazamiento del Estado vendiendo las empresas paraestatales o de propiedad social?, ¿en dónde están los apoyos al consenso de Washington que el panismo enarboló en esa lógica de libre mercado?
¿Y qué tiene que decir Vicente Fox que impulsó la hierba verde en Guanajuato con respecto al proteccionismo de mercado?
¿Dónde quedó la defensa de ese México de libre empresa?
Nadie sabe, nadie supo…