
¿Volvemos a la era de piedra? La situación política en Hidalgo
La derecha en Hidalgo se encuentra atravesando una espiral descendente de fuerza política. A medida que sus rendimientos políticos disminuyen, se agudiza una tendencia al anquilosamiento que la ha llevado a una crisis sin salida aparente. Mientras tanto, la izquierda no da tregua con propuestas como el Plan México y el Plan Hidalgo, que exacerban la situación. Las fuerzas del antiguo régimen enfrentan un retroceso devastador, afectando gravemente la democracia de competencia.
La crisis de la derecha: un fenómeno en crecimiento
Los escándalos en el Senado, como los de Alejandro Moreno y Lilly Téllez, solo han amplificado la animadversión en redes sociales. La guerra política se ha restringido a acusaciones mediáticas que no generan dividendos políticos. En efecto, la situación se vuelve cada vez más crítica para la derecha, quien parece un espectro al borde del fracaso. ¿De qué sirvieron más de siete décadas de control gubernamental y de partido hegemónico? Esta pregunta se vuelve pertinente dadas las carencias en propuestas concretas para contrarrestar el poder de Morena.
El papel de Morena y los nuevos escenarios en Hidalgo
La izquierda, impulsada por la estrategia del proceso de afiliación de Morena, se ha fortalecido en Hidalgo con comités ciudadanos bajo el liderazgo de figuras como Luisa Alcalde Luján y Andrés Manuel López Beltrán. La operación tierra, liderada por Marco Rico, ha buscado atraer a la juventud al partido. El empoderamiento ciudadano promovido por el gobernador Julio Menchaca a través de las Rutas de la Transformación ha causado estragos en los esfuerzos de la derecha.
Reflexiones finales: ¿un futuro sombrío para la derecha?
La casta política del antiguo régimen está atrapada en una petrificación que solo vaticina el colapso de su poder partidista. La era de piedra a la que se ha vuelto se refleja en su falta de una propuesta política innovadora. De este modo, la próxima elección en Hidalgo, programada para 2028, se avecina como un desafío monumental para la derecha, a menos que puedan reconfigurar su estrategia y reconciliarse con la población.