
La Lucha por el Aguamiel en Hidalgo
El gobernador Julio Menchaca Salazar presentó oficialmente la solicitud para que el aguamiel, una bebida tradicional producida en Hidalgo, reciba la “indicación geográfica” por parte del Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI). Este esfuerzo busca preservar la identidad y la riqueza ancestral de Hidalgo. El evento tuvo lugar durante la firma de un convenio de colaboración entre el gobierno estatal y el IMPI, donde el titular de este último, Santiago Nieto Castillo, destacó la importancia de proteger el aguamiel como parte del patrimonio cultural de la región.
Con al menos 44 municipios de Hidalgo integrados en la denominada Región Aguamielera, la protección legal de esta tradición resulta fundamental para garantizar su autenticidad y origen. El gobernador Menchaca reafirmó su compromiso con la promoción de la propiedad intelectual, beneficiando a emprendedores locales. “FUE POSIBLE MATERIALIZAR EL SUEÑO DE QUIENES APUESTAN POR CONSTRUIR FUTURO A PARTIR DE SUS PROYECTOS”, mencionó Ana Laura Vargas Arias, emprendedora de “Barbacoa Toño Vargas”, quien recibió apoyo para registrar su marca gracias a campañas conjuntas entre el gobierno y el IMPI.
Ahorros e Impulso al Emprendimiento
El secretario de Desarrollo Económico, Carlos Henkel Escorza, informó que desde 2022 se han implementado 7 campañas de acceso preferencial para emprendedores, resultando en un ahorro superior a los 7.3 millones de pesos. Esto no solo representa un apoyo económico, sino que también fomenta el desarrollo de proyectos que preservan la cultura y la tradición, haciendo un llamado a más emprendedores a participar en esta iniciativa.
Un Compromiso con el Futuro
Finalmente, el gobernador Menchaca subrayó que todas estas acciones están alineadas al Plan Hidalgo, construido en consonancia con los 18 ejes estratégicos del Plan México implementado por la presidenta Claudia Sheinbaum. Este plan busca promover un desarrollo económico justo, sostenible y soberano que beneficie a las comunidades de Hidalgo, asegurando que el aguamiel y otras tradiciones culturalmente significativas no se pierdan en el tiempo.