
De Noruega a Hidalgo: Un Viaje Político
En tiempos de alianzas y amnistía política florece el dulce aroma de la reconciliación y el encuentro de los viejos camaradas. Al entrevistar a Julio Valera Piedras, líder político y figura significativa en el ámbito público, comprendí que no todo lo que tocó el PRI fue, en los hechos, malogrado en su esencia.
El arribo de Valera Piedras a Sedatu en el gobierno de Morena indica que el poder de trayectoria y armonización de fuerza política puede y, en los hechos, lo hace, imponerse. Así las cosas, ya habíamos tenido el primer mensaje de amnistía política desde Morena cuando el exgobernador de Hidalgo, Omar Fayad, se erigía dentro del gobierno de López Obrador en embajador de México en Noruega.
El Poder de la Alternancia Política
Hidalgo volvía a estar de gala porque un hijo pródigo de su tierra encumbraba el nombre de México allende las fronteras. Omar Fayad y Julio Valera engrosaron la fuerza política independiente de Hidalgo creando un grupo político (GPI); en este trazo, ambos dieron un golpe en la mesa, señalando que no es necesario ser parte de un partido político para poder jugar dentro y fuera de la palestra política.
Los años han transcurrido y la administración de alternancia de Julio Menchaca ha creado una amnistía política sin precedentes que fortalece las estructuras de su gobierno, generando una alianza de control político que, sin duda, nos brinda elementos de sobra para advertir la frase de que en su administración “ni sobra el que se queda ni hace falta el que se va”. Esto es tan lapidario como la frase de mi abuelito: “es preferible la muerte antes de perder la vida”.
Amnistía Política y sus Desafíos
Los peligros de la amnistía política que permite un morenismo en crecimiento han sido la infiltración política, el oportunismo y el arribismo. Este fenómeno puede generar signos de desconfiguración en el gobierno de Julio Menchaca, pero más sabe el diablo por viejo que por diablo.
Un Nuevo Esquema de Poder
De Noruega a Hidalgo se han cocinado nuevos esquemas de poder. En todo caso, estamos viviendo un impasse político donde la consolidación de la izquierda tiene estrategias complejas. Es perceptible que la amnistía política se hace sin rencores ni facturas del pasado, por lo que pelillos a la mar.
¿Qué lindo sería ver una fotografía panorámica donde todo el que sea capaz de redimirse frente al poder de la izquierda engrosara las filas de Morena? Sería una radiografía al estilo de la película “Coco”.
Finalmente, de Noruega para Hidalgo, la amnistía política es un fenómeno mucho más trascendente que un eclipse solar. Aprehendamos la esencia de este cambio político y preparemos a contemplar una nueva era de realizaciones políticas.