
La reforma electoral y el IEEH
En los últimos años, las diversas reformas han dado marco a la renovación de artículos constitucionales para evitar el **nepotismo electoral** y, con ello, impedir la reelección en los encargos de soberanía popular. Este fenómeno ha permitido que los políticos se conviertan en verdaderos dueños de un botín dinástico, haciendo de su representación un verdadero saqueo de los recursos públicos. El paso hacia una nueva era de democratización es inminente y el Instituto Estatal Electoral de Hidalgo (IEEH) está llamado a implementar nuevos instrumentos legales para asegurar el correcto desarrollo de los procesos electorales.
La presidenta **Claudia Sheinbaum** ha sido clara respecto a que el **destierro del nepotismo electoral** es una de sus prioridades. Este objetivo busca cerrar la puerta a la herencia fallida en los cargos públicos y depurar la burocracia del Estado. Las dinastías políticas que históricamente han detentado el poder asumirán un nuevo rol en un proceso de transformación que busca reorientar sus dinámicas.
Deberes del IEEH y nuevas estructuras
El IEEH tendrá que ajustar su estructura operativa a estos nuevos lineamientos que han de primar en los procesos electorales. Esta reestructuración busca garantizar los fundamentos legales de la reforma electoral y su ética funcional. Se prevé que esta transformación impacte positivamente en la percepción de la ciudadanía, creando un espacio en el que la democracia pueda florecer.
Acciones políticas y contextos en Hidalgo
Los cambios en la dinámica política en Hidalgo se deben, en parte, a la presión para asegurar que los partidos políticos presenten una oferta de paridad de género en torno a los escaños femeninos. Sin embargo, persisten actitudes que limitan el acceso de las mujeres a los puestos de elección popular, lo cual es sintomático del **nepotismo** que aún hay que erradicar.
Los desafíos del nuevo contrato social
La transformación política y electoral en México es clave para la creación de un nuevo **Contrato Social**. No se puede democratizar el sistema político si no se establecen mecanismos que eviten la perpetuación de prácticas corruptas en la política. La experiencia de Claudia Sheinbaum y su administración se torna fundamental para entender cómo las reformas legislativas pueden tender puentes hacia una nueva política más limpia y transparente.